La energía producida a partir del viento es una de las mejores opciones para el futuro porque, al igual que la energía solar, no contamina. Esta alternativa a recibido un gran impulso ahora que la NASA ha creado mapas con información recopilada en la última década por el satélite QuickSCAT para detectar en que áreas del océano los vientos soplan con más fuerza. Actualmente ya existen granjas de viento ubicadas en altamar, más eficientes que sus contrapartes terrestres debido a que las corrientes de viento viajen más rápido en el mar al no haber obstáculos que las detengan como en tierra –montañas o ciudades por ejemplo -. Estos mapas ayudaran a mejorar la eficiencia de estas granjas al proveer de datos que permitirán decidir mejor donde ubicarlas. Mediante la fuerza del viento se espera que en los próximos años sea generada entre 10 y 15% de la electricidad del planeta.
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